Cuando me enteré de tu llegada sentí miedo... quizá por la forma en como llegaste, sentí una sensación muy extraña que me invadió y causó un sentimiento que no encuentro ni encontraré palabra para definir exactamente... allí, allí, seguidito nada más pensé
¡Voy a ser tía!... todo eso pasó por mi mente en ese mismito instante que tu mami me dijo que estaba embarazada.
Tú mami estaba en otra ciudad por motivos laborales
y nadie aún sabía de tu existencia solo tus papis y tu tía (osea yo), mis papás no sabían nada y tube que callarme y guardar el secreto hasta que tu mamá lo dijera, pasaron los días y mis viejitos "se las olían" creo yo, quizá su experiencia por haber atravesado una situación similar les hizo penerse "moscas" y parar sus antenitas de vinil y detectar que "algo sucedía".
Efectivamente... tú estabas llegando.
Mis papás me agarraron fría y llego el momento de la interrogación (Oh no! y ahora quién podía defenderme?) y no aguanté y misma Candy me puse buuuuu y solté todo.
Tus abuelitos no reaccionaron mal (que era lo que yo temía) pero tampoco reventaron cohetes ni hicieron fiesta (obviamente todo padre desea que sus hijos tengan hijos en otras circunstancias, que espero, cuando estés grande entenderás) y la primera reacción que tubieron fue en llamar a Milu, tu mami,
para pregunarle como estaba y que inmediatamente deje todo y se viniera para la casa para cuidar su estado y cuidarte a ti.
Y asi fue... Milu llego ya con un poquito de barriguita (casi ni se notaba) y en casa junto a tu mami creciste, te cuidamos mucho hasta que ese 30 de Setiembre de 2006, por cesárea, llegaste al mundo, llegaste a nuestra casa, me hiciste tía y abuelos a tu papachi y mamachi como los llamas hoy en día.
Mi papá tubo su nieto ¡varón! el hijo que nunca tubo
(ya que nosotras somos solo dos mujeres) y naciste muy muy muy (por no decir idéntico) paracido a él, mi mami desempolvo sus lecciones de madre y te cuido y te cuida como nos cuido a nosotras... en familia celebramos todo lo que haces y hoy en día eres pintas de colores vivos nuestro hogar con esa sonrisa, esos ojitos, esas travesuras que solo tú las sabes hacer mi bebé.
No te negaré bebé que cuando eras muy chiquitito (recién
nacido) eras feito y no es raje porque a todos les digo lo mismo, pero luego te pusiste hermoso muy hermoso, y hoy eres el bebé más hermoso que existe y existirá... la casa gira alrededor tuyo, todooos giramos alrededor tuyo! y nos haces muy feliz, llegaste a nuestras vidas para alegrarla y hoy te digo como siempre cuando estoy contigo: te quiero un mundo, muero por una sonrisa tuya, por esos abrazos fuertes que me das, por esos besitos y como lo sabes te aprovechas
y a veces te portas algo malcriado y tengo que regañarte y solo atinas a llorar y tu sabes que verte o escucharte llorar me mata.
Espero algún día leas esto, quizá dentro de un par de años cuando ya sepas leer, quizá ni lo entiendas y/o no le des el verdadero significado que quiero plasmar en estás líneas, pero todo esto quedará acá, cuando entiendas todas las cosas espero leas esto y sepas que la Tía Vane te adora bebito y aunque seas un gigante y el niño más grande del jardín para mi siempre, siempre serás mi bebito, mi papachín, mi papachito el que protegeré y daré cuanto este a mi alcance y disposición.
Tu Tía Vane.
